El niño superdotado es aquel que presenta un alto
nivel en todas las aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, capacidad
perceptual, memoria, razonamiento matemático y aptitud espacial, al igual que
la creatividad.
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) define a una persona superdotada como "aquella
que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130" y
calcula que el 2,3% de la población mundial tiene
altas capacidades intelectuales (Benito,Y 2011).
Diferentes autores especializados en el
tema de talento y superdotación plantean una serie de características que
tienen en común, entre las que se mencionan:
§ Aprenden
con rapidez y muestran gran capacidad para retener y utilizar conocimientos
adquiridos.
§ Pueden
manejar una cantidad de información superior al resto de los niños y
conexionarla.
§ Relacionan
ideas y conceptos con facilidad.
§ Tienen
una elevada comprensión de mensajes verbales: ideas abstractas y complejas.
§ El
Vocabulario es altamente avanzado para su edad.
§ Su
comportamiento puede ser sumamente creativo, original e inusual y puede
observarse por las
ideas que expresan.
§ Suelen
ser buenos lectores, especialmente en lecturas relacionadas con sus intereses.
§ Se
les suele describir como perfeccionistas y autocríticos, aspiran a niveles
elevados de rendimiento
y son muy perseverantes en las tareas que les
interesan.
§ Suelen
mostrar buenas habilidades sociales y es frecuente que desempeñen el papel de
líder en la
clase.
Algunos
autores afirman que también hay alumnos y alumnas muy capacitados que
desarrollan
actitudes negativas hacia el aprendizaje escolar.
APOYOS PARA ESTUDIANTES CON
TALENTO Y SUPERDOTACIÓN
ü Es
fundamental utilizar una variedad de estrategias metodológicas y experiencias
que permitan trabajar contenidos con diferentes grados de complejidad y
diversidad, diseñando actividades o proyectos que permitan diversas
posibilidades de ejecución y expresión.
ü Es
preciso diseñar actividades de extensión que supongan desafíos, tales como
resolución de problemas, proyectos de investigación o respuestas novedosas.
Utilizar una metodología que estimule el razonamiento, la indagación, la
reflexión y el descubrimiento.
ü Cambiar
el ritmo de la instrucción, es decir, pasar rápidamente por las materias más
simples e ir más lento en los temas más complejos a fin de permitir su
planificación, reflexión y discusión.
ü Organizar
el proceso de enseñanza y aprendizaje en torno a problemas reales y de
actualidad.