martes, marzo 24, 2015

EL PROBLEMA DEL RENDIMIENTO ACADEMICO

¿Cuándo el rendimiento académico se convierte en un problema?.  Para centrarnos en el tema es necesario especificar a qué escenario nos referimos cuando hablamos  de rendimiento académico;  entre las diversas definiciones, tomamos la de Pizarro (1985) quien lo define como una medida de las capacidades respondientes o indicativas que manifiestan, en forma estimativa, lo que una persona ha aprendido como consecuencia de un proceso de instrucción o formación. El mismo autor, ahora desde una perspectiva propia del estudiante, define el rendimiento como una capacidad respondiente de éste frente a estímulos pedagógicos, susceptible de ser interpretado según objetivos o propósitos educativos pre-establecidos.

Una gran parte de nuestra vida está relacionada con el ámbito académico y hay muchas variables que influyen en el éxito o fracaso dentro de él y estas son: la autoestima, la inteligencia, el tipo de enseñanza y de docente, la actitud hacia el estudio, la motivación personal, el entorno social, familiar y cultural, entre otros. El estudiante no es el único responsable de un bajo rendimiento académico, las causas deben buscarse más allá de él.
Un estudiante que no se siente motivado con el tipo de enseñanza que recibe, buscará revelarse al sistema  y puede hacerlo a través de problemas de conducta, desinterés, o en casos extremos, la deserción.  
    
Una investigación realizada en la Universidad del pacífico (2009), nos brinda conclusiones importantes sobre el tema, de las cuáles resalto las que se contienen el enfoque de este artículo: Un rendimiento académico favorable en la Universidad es el reflejo del grado de conocimientos con los que llega el alumno y los hábitos de estudio que ha hecho suyos, como su grado de esfuerzo y su organización.
Específicamente, tanto el desempeño en matemáticas como en lenguaje son los factores más importantes para explicar el rendimiento del alumno durante la universidad, y al contrario de lo que se cree, su impacto no disminuye con el avance de los ciclos. Las características académicas del colegio tienen un efecto positivo sobre el rendimiento universitario, que perdura en el tiempo.
De las dos variables socio-familiares que afectan negativamente el rendimiento académico, una se refiere a la situación conyugal de los padres.

Otras investigaciones revelan que existe una correlación negativa entre la autoestima y la ansiedad,  en el rendimiento académico.  La autoestima es una valoración personal  que se desarrolla desde la infancia, a partir de experiencias propias y de la interacción con los demás.
Como hemos señalado, existen múltiples “causas” que pueden explicar una situación de bajo rendimiento académico y para darle la respuesta adecuada es necesario precisarlas y hacer un plan de tratamiento adecuado.     Escucharemos muchas recomendaciones de intervención ante este problema como: técnicas de estudio adecuadas, estrategias de aprendizaje, estrategias motivacionales, terapia emocional, comprensión lectora, intervención conductual, acompañamiento educativo, tutores, evaluación vocacional … pero, para abordar el problema desde la raíz es necesario realizar una  evaluación psicopedagógica con un enfoque biopsicosocial que  nos permita adquirir un panorama más amplio e integral para constatar o evidenciar lo que realmente se está observando en el niño o adolescente según la conducta o situaciones que presente, hacer un diagnóstico sobre situaciones reales y necesidades en todas las áreas que resulten relevantes para ajustar las propuestas a las carencias del estudiante y planificar la intervención personal.

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