miércoles, octubre 15, 2014

Déficit de Atención


El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH), es un trastorno  clínicamente heterogéneo, de alta prevalencia, que tiene una causa compleja y fuerte asociación genética. Se observa un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad más frecuente y severo de lo que tipicamente se observa en individuos con un nivel comparable de desarrollo, afectando área de compromiso personal, familiar y social.
Muchos estudios demuestran que tiene una alta correlación con el desarrollo de trastornos en la vida adulta como trastorno negativista desafiante, trastorno de ansiedad, trastorno del humor, trastorno del abuso de sustancias u otras adicciones como compras, deportes, sexo, internet, juego.   Esto quiere decir que de acuerdo a la presentación, severidad, persistencia y recaídas tendrán un impacto directamente proporcional al pronóstico, debiéndose atender todos los diagnósticos asociados.
La situación puede complicarse si, paralelo al diagnóstico de TDAH, también cuenta con diagnósticos como bajo cociente intelectual, bajo nivel educativo y cultural, trastornos específicos del aprendizaje, presencia de antecedentes familiares ligados al TDAH, trastornos bipolar y/o depresión. El diagnóstico lo realiza el médico (Neurólogo o Psiquiatra) especialista en TDAH quienes con un buen tratamiento pueden lograr que mejore la calidad de vida de las personas mediante la disminución de síntomas y complicaciones. En el tratamiento participan, además de los médicos otros profesionales como: Terapistas, Psicólogos, Coach Educativo y la familia.

Invitamos a los padres reflexionar sobre la importancia que tiene mirar al TDAH como una condición que acompañará al niño a lo largo de su vida y de la cual deberá hacerse cargo y ser responsable por ello, responsabilidad compartida con los padres durante su infancia.